LAS MÁSCARAS DAN

Los trescientos cincuenta mil dan de la zona noroeste de Liberia y noroeste de Costa de Marfil viven en

Uno de los tipos de objeto más importantes en el arte africano es la máscara. Una máscara no solo es una escultura de madera. La máscara es un personaje completo que se mueve, baila, se comporta de una manera peculiar y tiene su propio carácter. En general, no se ve el cuerpo de la persona que baila (como se puede advertir cuando la tenemos expuesta). Cada máscara encarna un espíritu diferente que tiene una personalidad diferente y que desarrolla un papel diferente. Para entender una máscara hay que conocer su contexto original, saber para que ha sido creada.

Unas se encargan de verificar el buen desarrollo de las ceremonias, pueden incluso ser violentas y castigar (con un golpe de látigo) a una persona que no cumple con su deber ritual o a otra persona que no tiene derecho a estar en la asamblea. Otras tienen gracia y divierten a los presentes.

La función de una máscara puede también ser la de tranquilizar a la gente: la etnia Dan de Liberia tiene una máscara que es utilizada en la “escuela del bosque” para tranquilizar a los niños que están a punto de ser iniciados (los niños tienen que ir a la “escuela del bosque” para aprender las responsabilidades que tendrán como hombres y para prepararse a los ritos iniciáticos). Además de las ceremonias de iniciación, las máscaras son sacadas a bailar durante funerales y fiestas relacionadas con la agricultura (por ejemplo, ceremonias de recolección).

Una máscara es un personaje por sí mismo y cuando la escultura de madera está colgada en una pared o montada en peana, inmóvil, siempre hay que tener presente cuál es el contexto original de la pieza para entenderla. Una máscara es sobre todo movimiento, baile. A menudo, se establece un diálogo con los percusionistas: el músico toca unas frases rítmicas a las cuales la máscara contesta con unos movimientos corporales y viceversa.