Los Bambara

                 Los Bambara viven en extensas zonas del centro y sur de Malí. Pertenecen al gran grupo de los Mandé, al igual que los Soninké y los Malinké. Los Bambara obtuvieron su esplendor con su independencia política a principios del s. XVII, el Rey reunió un gran número de grupos tribales enfrentados y fundó el imperio Segú, llegando a dominar toda la curva del río Níger.

Creen en la existencia de un dios creador llamado genéricamente Ngala, que tiene 266 atributos sagrados. Uno por cada día que suman los 9 meses lunares que dura la gestación de un niño. Ngala mantiene el orden en el universo. Su existencia convive con la de otra deidad andrógina llamada Faro, que proporciona todas las cualidades a los hombres y hace crecer los frutos de la tierra. La mayoría son ahora musulmanes, y lamentablemente sus creencias de transmisión oral se están perdiendo. De todas formas, nunca han sido un grupo enteramente cohesionado, ya que su origen está en la unión de varios grupos diferentes. Actualmente constituyen la etnia predominante en Malí, uno de los países con más riqueza cultural de todo el África occidental subsahariana. Se dice que Bambara es un término peyorativo empleado por los musulmanes para designar a los no creyentes. Sin embargo, todos los Bambara que se conocen utilizan ese término.

Como ocurre con muchos otros grupos africanos y según tradiciones cada vez menos practicadas, los Bambara transmiten y preservan su cultura por medios diferentes a la escritura. Seis agrupaciones, clanes o sociedades llamadas "dyo" se encargan de instruir a los más jóvenes. El iniciado que ha alcanzado el nivel más alto de enseñanza, se convierte en instructor (Bilokro) y fuente de conocimientos tradicionales. Por encima de todo necesitaban la lluvia para sus cultivos y la ayuda de los ancestros para protegerle contra las desgracias. Para lograr estos fines, desarrollaron una variedad de cultos en los cuales las máscaras y las figuras desempeñaban un papel prominente.