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Objeto: Maternidad Baulé | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Más información: En una primera mirada a las esculturas que representan la maternidad en África, podemos quedar desconcertados por la ausencia de afecto que la madre parece mostrar hacia el hijo; sin embargo, sería un error hacer una interpretación psicológica y concluir que se trata de un desapego y una frialdad. Sobre ellas no se posa una mirada despegada sino una mano solícita. La imagen no es el espejo de una relación interpersonal, no nos encontramos ante el relato de individuos concretos, sino ante la representación idealizada de la maternidad como ancestro fundador de un linaje o divinidad. Si las figuras africanas no representan emociones es sólo porque no lo necesitan: han sido suscitadas por unas emociones y se hallan rodeadas por éstas. Es lo que mancomuna a todas las madres, habidas y por haber, más allá de sus diferencias.
Desde este punto de vista, descender al detalle con referencias a personas y experiencias concretas no potenciaría el sentido de la figura sino que, por el contrario, lo empobrecería limitándolo a tiempos y lugares determinados, desviando la atención de lo que verdaderamente importa. Precisamente por esto, la escultura africana no persigue el ideal de la representación completa, realista y detallada, sino el de la concentración selectiva en los elementos simbólicamente esenciales: el pecho, el vientre, el ombligo, el peinado, las escarificaciones y pinturas corporales femeninas, más o menos enfatizados según las culturas. En África, definir el concepto de maternidad puede resultar aún más difícil. No olvidemos que dentro de cada etnia hay clanes, subtribus, etc. que, en base a sus vivencias y adaptación a los nuevos tiempos, imprimen unas peculiaridades al concepto de maternidad que nos es imposible o inalcanzable analizar y entender.
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