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Objeto: Plato labial. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Más información: Los
Mursi En
la región del Omo central, ocupan las tierras bajas de Jinka. Lingüísticamente,
están íntimamente relacionados con los Surma de Sudán, aproximadamente, a 100
kilómetros al norte de la frontera con Etiopía y Kenya. Parece
que provienen del oeste del actual
Sudán, donde en otro tiempo habrían formado parte del pueblo Durma. Su
existencia, basada en el desarrollo de sus rebaños de vacas y sus escasos
cultivos de subsistencia, ha estado marcada por la constante vigilancia de su
territorio contra los ataques de otros pueblos ganaderos, especialmente los
Bodi y los Nyangatom. Su
organización social estaba basada por la pertenencia de cada persona a un clan
de carácter patrilineal. Nunca han constituido una estructura estatal
centralizada, siendo la máxima autoridad de la comunidad el Consejo formado por
los hombres casados y teniendo entre éstos una categoría de mayor respeto, los Jalaba,
los hombres de más edad. Los hombres pasan interminables horas hablando en
reuniones en las que cada participante tiene derecho a intervenir durante el
tiempo que necesite sin que ningún otro pueda interrumpir sus explicaciones;
así, uno tras otro pedirán la palabra y hablara con el silencio y respeto de
los demás, siendo los últimos en intervenir, los Jalaba, a quienes por la edad
se les supone más conocimientos y experiencia. Anualmente,
los jóvenes solteros Mursi suelen participar en violentos torneos, en los que,
al igual que en la Lucha Surma, provistos de largas varas, donga, ponen a
prueba su fuerza, su valor, su destreza, que tendrán como recompensa la
admiración de las jóvenes casaderas y el prestigio para la comunidad de la
región del país Mursi de donde provenga el vencedor. Si
alguna característica del pueblo Mursi ha hecho que sean conocidos muy lejos de
su país, no es la constante incertidumbre sobre su futuro ni los muertos que
los enfrentamientos con los pueblos vecinos provocan a menudo, sino sus hábitos
en el vestido y en la ornamentación corporal. Al igual que otras pequeñas
nacionalidades de la región, las mujeres Mursi se insertan en su labio inferior
platillos de madera o arcilla que deforman su aspecto natural, mientras que los
hombres destacan por su costumbre de tatuarse con dibujos geométricos de color
blanco sus cuerpos, habitualmente desnudos. |
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