Las figuras colon

La llamada estatuaria colon (de los colonos), de los siglos XIX y XX y antes aún, las representaciones escultóricas de los blancos que se hicieron a partir del s. XV, con su testimonio en los niveles temático y estilístico del rechazo o de la aceptación y revisión de los modos de vida occidentales.

Los blancos se representan pero, por lo menos hasta hace poco, siguiendo cánones estéticos tradicionales. La innovación no es funcional ni de estilo, sino temática e iconográfica.

En la primera mitad del s. XVI ya aparecen imágenes de europeos y de sus actividades en los saleros de marfil que, desde el Benín – y antes desde Sierra Leona – se exportaban a Portugal, para llegar desde allí a las cortes renacentistas europeas. Sin embargo, no son sólo los europeos los únicos destinatarios de estas obras: hay también representaciones de europeos en las placas de bronce que revisten las pilastras del palacio del Rey (oba) del Benín y en los colmillos esculpidos que se colocan en los altares a los antepasados.

Un motivo recurrente en el arte es el del mercader portugués, cuya iconografía varía poco a través de los siglos; no obstante, la aparente continuidad de su aspecto, va cambiando en realidad de identidad, según cambian las relaciones entre el reino de Benín y las diversas potencias europeas que se van sucediendo a lo largo de las costas africanas.

Las ambigüedades que caracterizan la relación con Occidente pueden apreciarse también en las figuras colon mas recientes que, en algunos casos, parecen señalar mas un peligro del que defenderse que un modelo a imitar: el blanco aparece con cara de opresor o como una figura sin dignidad, muchas veces en el papel de un borracho con la botella en la mano. Por ejemplo, en Costa de Marfil, se ponían los colon en los cruces de caminos y a la entrada de los poblados para avisar a la gente del paso de los blancos; en la época de la lucha anticolonial se emplearon como arma con la que hacer daño mediante la magia.

En el ámbito popular, la aceptación de la panoplia del poder colonial- aparentemente caricaturesca – unía a la apropiación mágica de los signos de la crítica y la sátira de la sociedad colonial y la expresión de la conflictividad entre los diversos grupos locales : en Kenia , los grupos de danza que proclamaban abiertamente su fidelidad a la corona inglesa desfilaban contraponiéndose a los de los desleales escoceses , que iban con el Kilt y la gaita.